Desde abril de 2020, la mascarilla desechable se convirtió en un accesorio obligatorio en la vida de quienes habitan en Chile. Pero tras dos años de pandemia de Covid-19, su uso se verá acotado para determinados lugares, como lo son los espacios abiertos y lugares que cuenten con ventilación para evitar contagios.
La nueva normativa consta de tres grandes fases: bajo impacto sanitario, medio impacto sanitario y alto impacto sanitario, dependiendo del riesgo de contagio existentes en cada lugar. Sin embargo, en todas las fases su uso sigue siendo obligatorio en espacios cerrados, por lo que el fin de las mascarillas aún no está contemplado por las autoridades.
Actualmente, se estima que casi 130 mil millones de mascarillas se utilizan cada mes en todo el mundo, de acuerdo a un estudio de Environmental Science and Technology, y estos residuos pueden tardar hasta 450 años en descomponerse en microplásticos, por lo que lograr un desecho sustentable de estos elementos es esencial para lograr un menor impacto en la vida silvestre marina y sus ecosistemas.
Las mascarillas quirúrgicas están hechas de tela no tejida de polipropileno, producido a partir de etileno, el cual es un compuesto químico derivado del petróleo que resulta muy difícil de descomponer y casi imposible de reciclar.
A este problema se suma la gran cantidad de mascarillas que durante la pandemia terminan en las calles, parques y otros espacios públicos. Es por esto que los expertos han recomendado diferentes medidas para desecharlas responsablemente:
Por ahora, el programa ‘’Resetea la Mascarilla’’ de la Universidad de Concepción, dispuso de contenedores en diferentes puntos de recolección en la zona sur. Estos se encuentran en los edificios municipales y liceos de Concepción, y en las plantas de celulosa Laja, Santa Fe y Pacífico, Aserradero Mulchén, Nacimiento y Oficina Los Ángeles.
Así también, el proyecto se extendió hacia la zona central, sumando 21 centros de reciclaje en la comuna de Las Condes, Región Metropolitana, los cuales se encuentran en los colegios municipales Juan Pablo II (Patricia 9040), Santa María de Las Condes (Vía Láctea 9308), Leonardo Da Vinci (Cerro Altar 6811) y en los diferentes centros de salud pública del sector.
La iniciativa, que ya logró reciclar 1 tonelada de mascarillas en desuso, busca alcanzar una meta de 4 toneladas las cuales han sido transformadas en pellets de polipropileno que sirven para producir otros objetos.
Esperamos que prontamente se activen puntos aquí en la región.
Reportaje realizado por: ¿Cual es tu huella?